Los mitos sobre nutrición nos acompañan en nuestro día a día. Todo el mundo tiene sus teorías sobre como llevar una dieta más sana, pero hoy vamos a desmentir algunos de los mitos que más escuchamos:
¿Es cierto que comer fruta por la noche engorda? I Mitos sobre nutrición
La carga calórica de la fruta es la misma tanto de día como de noche, así que engordaría lo mismo independientemente del horario que la consumas. Lo que sí que es cierto es que muchas veces existe una tendencia a consumir más de una pieza de fruta con un yogur, entonces incrementaría el aporte de azúcar en esta ingesta. Por otra parte, la tendencia del consumo de fruta por la noche se genera muchas veces porque al mediodía se ha realizado una ingesta copiosa. Por ejemplo, un domingo que has almorzado paella y comido un postre más calórico por la noche, el cuerpo te pide fruta ¿Qué hay de malo aquí? Pues muy simple: comemos arroz (hidratos) y un postre (azúcar).
Supongamos que estamos por la tarde con los amigos y tomamos un café con leche (lactosa, que es lo mismo que azúcar) y picamos una pastita o tomamos palomitas porque vamos al cine (más carbohidratos). Como he comentado antes, llega la hora de la cena y entre el cansancio y que has comido más copioso cenas, una pera y un kiwi (fructosa, azúcar de la dieta). El resultado es que el consumo de azúcar diario se dispara. Por eso, si durante el día ya has consumido los hidratos de carbono que te tocan o incluso demás, la fruta de la noche sí que favorecerá a que cojas peso, pero si la ingesta de azúcares/ almidones del día han sido una cantidad baja o moderada la fruta no te hará coger peso.
¿Puedo endulzar con miel o sirope de ágave?
Consumir miel es como consumir azúcar y lo mismo pasa con los siropes de agave, arroz, etc. Este tipo de endulzantes son refinados igualmente, lo que produce el mismo efecto que el azúcar en sangre, unos picos de glucemia que al momento nos satisfacen, nos generan dopamina y nos llenan de una falsa energía, pero que al cabo de muy poco tiempo nos producen lo contrario, un bajón que nos impulsa a comer más azúcar y a necesitarlo hasta el punto que podemos vivimos enganchados a ello. Lo ideal es no añadir ningún endulzante al café o las infusiones y cuando preparemos postre y usemos, azúcar, panela, miel o siropes seas consciente que aunque sea un postre casero, que de calidad es mejor, no deja de ser una comida más calórica y con más hidratos de carbono/azúcar de lo habitual.
Los alimentos light no engordan. I Mitos sobre nutrición
Este es uno de los mitos sobre nutrición que más escuchamos. Un alimento light significa que lleva mínimo un 30% menos calorías que el original. Por ejemplo, un yogur griego, aunque sea light, seguirá siendo un alimento rico en grasas. También es importante que te des cuenta de las trampas que usa la industria alimentaria, por ejemplo hay yogures 0,9% de materia grasa que, sin embargo, son muy altos en azúcares y un exceso de azúcar en el cuerpo se convertirá en grasa que vas a almacenar.
Otro ejemplo es la gelatina 0%, la gelatina de por sí no contiene grasa, pero ese 0% que se refleja en la tapa produce que creas, que no engorda y aunque es cierto que tiene pocas calorías, lo que debes saber es que: sí que llevan azúcar y que la gelatina de forma natural no tiene grasa. Los productos que se venden como bajos en grasa, fit etc. También suelen tener bastante azúcar, por eso están tan ricos y nos atrapan tanto.
La carne roja es mala para la salud.
La carne roja no es mala para la salud, pero sí que es bueno que limites su consumo y que el consumo de embutido y carne procesada sea prácticamente nulo (dejándolo para ocasiones puntuales). También es importante tener en cuenta que la carne debe consumirse de calidad y que la carne más magra será menos perjudicial que la más grasa (como el cordero, las costillas de cerdo…). El consumo de carne roja no debe sobrepasarse de 1 ración cada 10-15 días.
La leche es imprescindible.
Generalmente, existe el temor de no consumir leche o sus derivados por la falta de calcio y en realidad tanto la leche como cualquier otro alimento no es imprescindible. Lo que no puede faltar en tu alimentación son los nutrientes y si la leche nos aporta: calcio, azúcar (lactosa), proteína y agua, lo podemos encontrar en otros alimentos. Pero como lo que más suele preocupar es el aporte de calcio, te diré que este mineral lo podemos encontrar en: las semillas de sésamo, chía y amapola. También en el brócoli (sobre todo en el tronco), las almendras, las espinas del pescado (anchoas), las naranjas… así que si eres intolerante a la lactosa o alérgico a la proteína de la vaca o simplemente no quieres tomarla, no te preocupes, introduce en tu día a día los alimentos mencionados y cubre tu aporte de calcio necesario.