A menudo creemos que es complicado y caro consumir alimentos ecológicos y esto es por el esfuerzo de salir de nuestra zona de confort. Es fácil, salir del trabajo, ir al primer supermercado de nuestro barrio y comprar aquello que se nos antoje. El cansancio, las prisas, los millones de tareas que realizamos en un día, dejan muy poco espacio para lo que realmente importa, nuestra salud y nuestro planeta.
La tierra tiene la capacidad natural de almacenar carbono y dar vida. En una tierra con vida, llena de microbios, tiene la capacidad de convertir el carbono en oxígeno, pero para que esto ocurra, necesitamos bosques, algas y suelos sanos.
Actualmente, millones de toneladas de dióxido de carbono, son expulsadas de la tierra a la atmosfera y esto acelera el calentamiento global. Si un suelo está muerto, es decir, no hay presencia de microorganismos (o hay muy poca) por los pesticidas, no habrá vida porque el carbono no se fijará en los microorganismos de la tierra y estos no podrán producir oxígeno.
Otro punto que debemos tener en cuenta son los kilómetros que recorre un alimento antes de ser consumido. Se dice que de media los alimentos emprenden un viaje de 5 mil kilómetros del campo al plato. Judía verde de Kenia, langostinos de argentina, arándanos de Chile… buscamos alimentos que se nos antojan a bajos precios sin darnos cuenta de que el comercio local también tiene alimentos de temporada que salen económicos.
¿Qué acciones podemos hacer para no gastar mucho y consumir alimentos ecológicos?
- No comprar alimentos Bio que venga embalados en plástico (¿qué sentido tiene usar más residuo?)
- Evitar las sobras: Ojo con los 2×3, ya que muchas veces compramos más de lo que necesitamos y los acabamos tirando (se producen muchos alimentos que no se consumen).
- Mirar bien las ofertas: también son productos que están a punto de caducar
- Llevar bolsas de la compra para evitar plásticos o exceso de papel, igual que mini bolsas para comprar el granel
- Consumir más legumbre y no consumir carne una vez por semana.
- Comprar a granel en comercios naturales.
- Comprar en payeses de la zona que sean respetuosos con el medioambiente.
- No comprar alimentos procesados.
Siguiendo estos pasos ahorraremos un dinero que podremos invertir en alimentación ecológica y además estaremos contribuyendo a rebajar el impacto del calentamiento global