A veces, aunque duermas bien, o eso creas, puedes sentir cansancio, abotargamiento e hinchazón general en tu cuerpo. Quizás también notes que tu atención mengua y trabajar o pensar con claridad se convierta en un trabajo muy cansado. Y en esta situación te preguntas ¿dónde está mi energía?, ¿Tendré que convivir con esta sensación siempre? No te asustes porque la buena noticia es que siguiendo estos consejos para recuperar energía que te ofrezco a continuación vas a sentirte mucho mejor.
Recuperar energía a través del desayuno
Al levantarte, retrasa la hora del desayuno. Toma un café solo o bien té si te va bien para despejarte. Si deseas hacer ayuno, adelante, este te ayudará a activar la autofagia, un sistema de reciclaje natural de tu cuerpo que ayuda a limpiar tu organismo de células viejas y regenerar tejidos. Si deseas desayunar, hazlo, pero solo intenta retrasarlo un poco, un par de horas estaría bien. En lugar de desayunar a las 7 o a las 8, al levantarte hazlo a las 9:00 o 10:00. El ayuno es una herramienta muy potente, pero también se debe aplicar de una forma cariñosa y amigable, cada persona lo incorpora de una forma diferente.
¡Hidratarte mejor!
Hidrátate muchísimo. Beber agua es esencial y muchas veces creemos que la fatiga es debida a una falta de glucosa y, sin embargo, es producida en muchas ocasiones por una carencia de hidratación y micronutrientes. Un agua de alta mineralización, si no tenemos tendencia a generar cálculos renales, será perfecta para verano, ya que por la sudoración los perdemos. La deshidratación también genera falta de concentración, somnolencia y mareos. Cuando te encuentras así, la tendencia es el consumo de café o bebidas con cola para estimularte, sin embargo, debes tener en cuenta que este tipo de bebidas provocan la deshidratación y favorecen la pérdida de minerales a través de la orina. Otra de las cosas que provoca la falta de ingesta hídrica son las contracturas y con ello un cuerpo rígido y agotado. Esto se debe a que la sangre se vuelve más densa, haciendo que su función de transporte de nutrición y oxigenación a nivel celular se vean limitadas, provocando inflamación y falta de elasticidad.
Hacer ejercicio te ayuda a recuperar energía
Muévete. El ejercicio es básico y debería realizarse cada día, unos días puede ser más intenso y otros más light. Combinar la fuerza para tener una buena masa muscular, la elasticidad para evitar contractura y rigidez y el cardio para estimular nuestro corazón. Si pasas muchas horas sentado en el trabajo, es probable que sufras dolor de espalda, así que realizar una actividad de fuerza, pero tranquila como el yoga o el pilates después de tu jornada laboral te ayudará a devolver la flexibilidad a tu cuerpo, cambiar el chip y mejorar tu descanso.
Cenas ideales para recuperar tu energía
Cena ligero. Por la noche vamos a descansar y para ello es importante que no fuerces tu sistema digestivo. Unos vegetales crudos o pasados por el wok con una proteína ligera como puedes ser el pescado blanco o el huevo y un carbohidrato de fácil digestión como la patata o el boniato es perfecto para ir a la cama bien cenado sin estar muy lleno. Evita los fritos, el exceso de grasas, los carbohidratos muy complejos, las salsas, los embutidos, la comida muy salada, el alcohol y las bebidas azucaradas y/o estimulantes. Media horita después de la cena puedes tomar una infusión con pasiflora, esta ayuda a aumentar nuestro gaba, un neurotransmisor que ayuda a mantener el equilibrio en general y regulando el sueño.